Páginas

jueves, 8 de octubre de 2015

La panza llena y el porrón vacío

Cuánto te echo de menos, no hay un día que no piense en tí.
No hacía falta pedirte nada, te adelantabas a todo. Lo poco que tenías me lo dabas, y si no te lo cogía me obligabas.
Cómo pesaban las carteras llenas de monedas que me dabas en Septiembre, te pasabas los meses del verano en el pueblo guardando las vueltas del pan para tu nieta. Y cómo lo pasábamos jugando al "chinchón", ¡de tí me viene la picardía ahora! Tú le hacías trampas al abuelo y yo te las hacía a ti, aunque me costaba porque ¡no se te escapaba nada! Cómo me guardabas las cartas que necesitaba debajo del tapete...hasta que ama decía - ¡Atrás, tramposas! jajajaja

¿Y los días en la bodega con nuestra latita de berberechos y el porrón? Aunque nada superaba los días que hacíamos chuletillas de cordero en la chimenea, siempre me dejabas echar el papel de periódico para que prendiera y ver como se consumía rápidamente... Salíamos de allí oliendo a rayos pero nos íbamos con la panza llena y el porrón vacío.

Tres años echando de menos que me cantes "cielito lindo", echando de menos tus croquetas, echando de menos tu alegría, echando de menos los cafés en el casco viejo y las meriendas en las "degustaciones", echando de menos la Navidad contigo, echándote de menos a ti todos los días, a ti y al abuelo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario