Toscana, un piacere

Parece que cinco días de descanso en Abril  nos van a saber a poco, pero sirven para desconectar, y mucho. Dos de nosotras hemos pasado las vacaciones de Semana Santa en paradores increíbles de la Toscana. Comenzamos nuestro "road trip" en Pisa, allí fue donde aterrizamos y no podíamos irnos sin sacarnos esa foto tan explotada empujando la torre.

Pisa

La verdad que quitando la torre inclinada poco más hay que ver en Pisa, así que nos montamos en el coche y nos fuimos en busca del pueblo donde haríamos nuestra primera noche, San Gimignano.
En principio todo parecía fácil, pero sin GPS y con un mapa de carreteras a la antigua usanza nos dimos cuenta de lo fácil que es conducir mientras una vocecilla te indica qué hacer cada metro que avanzas. La broma del mapa nos costó dos horas y media más en llegar, eso sí, un viaje muy divertido.

San Gimignano es un pueblo amurallado, con un encanto especial y con calles empedradas que huelen a aires medievales. Si vais alguna vez os recomiendo cenar en Il Trovatore un restaurante muy acogedor y bastante económico.

San Gimignano

Aquella noche dormimos en un castillo en medio de la nada, rodeados de una naturaleza italiana única y desayunando con vistas al verde toscano. La casa rural se llamaba Castello di Fulignano, totalmente recomendable.

Tras la noche en San Gimignano, hicimos las maletas y nos fuimos con nuestro mapa en mano camino de Siena , esta vez no nos perdimos y llegamos según lo establecido. Lo que más me impresionó de Siena fue la Piazza del Campo, donde se celebra dos veces al año la famosa carrera de caballos el Palio.

Nuestra próxima parada fue quizás el pueblo que más me gustó, Montepulciano. Si vais no dejéis de probar su vino y su queso de oveja, os recomiendo un restaurante donde os servirán buenas tapas acompañadas de un buen vino, la enoteca La Dolce Vita. La noche la pasamos en un hotel pequeño pero con mucho encanto Vicolo dell´Oste

Montepulciano

Abandonamos Montepulciano para poner rumbo a nuestro último destino, Florencia. Tenía expectativas muy altas en la que dicen que es la piú bella cittá de Italia, y la verdad que es una ciudad que no deja indiferente a nadie, desde el increible Duomo, el Ponte Vecchio lleno de joyerías y sus fortalezas y palacios desde donde puedes contemplar toda la ciudad.
Allí nos alojamos en hotel nada recomendable pero con muy buena situación el Hotel Lombardia, cerca del Duomo y de la estación de Santa María Nouvella.


Espero que os sirva de ayuda si alguna vez vais a la Toscana un viaje totalmente recomendable.