Ayer cuando la diva actual del soul era hallada muerta en su domicilio del londinense barrio de Camden Town, medio mundo quedaba conmocionado. Y no es para menos, a la edad de 27 años y tras un deterioro progresivo, la artista nos dejaba ayer. Aún se desconocen las causas de su fallecimiento pero tanto la cancelación de sus últimos conciertos, su pésima actuación en Belgrado y su adicción a las drogas apuntan a que fue una sobredosis.
Sea como sea, Amy ya no está entre nosotros. Ha pasado a mejor vida completando el limbo de lo grandes artistas que a los 27 dejaron de vivir, entre ellos Kurt Kobain, bien por el vertiginoso ritmo de sus flamantes carreras artísticas o bien por no saber digerir el éxito.
Muere la estrella, pero nace el mito.
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