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martes, 11 de agosto de 2015

Oslo en dos días

Oslo es una ciudad relativamente pequeña, de 500.000 habitantes y "nueva", ya que ha sufrido varios incendios y está completamente reconstruida.
Cometimos la locura de comprar unos billetes muy baratos sin ser conscientes de que pasaríamos menos de 48 horas en Oslo, por lo que tuvimos que exprimirla al máximo. Es muy cómoda, se puede ir andando a todos lados y podréis visitarla en un par de días, de hecho nosotros vimos la mayor parte en día y medio, aunque nos faltó la parte de los juegos olímpicos de invierno. (Lo dejamos pendiente para la próxima).

VIERNES

Llegamos a la 1 a.m de la madrugada por lo que no nos dio tiempo más que a dar un paseo por la zona donde teníamos el alojamiento, ver el ambientazo que había por las intermediaciones (debido al concierto que daba ese fin de semana AC/DC en la capital noruega) y disfrutar del fresquito que íbamos buscando dejando atrás los 40ºC que nos ofrecía Madrid .

Nos alojamos en el Anker Hostel, con buena relación calidad precio y céntrico,el único detalle negativo es que cobran sábanas y toallas pero siempre os podéis apañar con una bajera, una manta y unas toallas de microfibra, que ocupan poco. El hostel dispone de nevera en las habitaciones, por lo que os podéis llevar embutidos envasados como hicimos nosotros (pechuga de pavo, jamón, picos y alguna lata), lo que nos salvó de pagar precios medios de 50€ por barba, tirando a lo bajo, en cada comida.

SÁBADO

El sábado por la mañana, madrugamos, nos hicimos con un mapa y la Oslo Pass (es este enlace podréis encontrar lo que incluye, qué precio tiene y dónde la venden) que merece mucho la pena ya que te permite coger gratuitamente todos los medios de transporte, incluido ferry, además de museos  y descuentos en restaurantes, aparcamiento y tiendas. La venden en la mayoría de los hoteles pero si queréis más información o tenéis algún tipo de descuento podéis adquirirla en la oficina de Turismo que está en la plaza de la Estación Central de Tren de Oslo, donde nos encontramos con la maravillosa escultura del tigre.

El Tigre de la Estación Central

Con nuestra Oslo Pass ya en la mano nos dirigimos hacia el edificio de la Ópera (Operahuset), levantada frente al fiordo de Oslo en 2008 y con unas vistas maravillosas.

Operahuset Oslo

Nos dirigíamos a coger un ferry para ir a la isla de Bygdoy cuando nos topamos con la fortaleza de Akershus, que sirvió de residencia real a lo largo de tres siglos. Se puede visitar y en su interior podréis encontrar unos increibles salones, una capilla y el mausoleo.

Fortaleza de Akershus

En el mismo muelle que se ve desde la fortaleza cogimos el ferry a la peninsula de Bygdoy, un lugar con unas casas nórdicas preciosas y repleto de museos y embarcaciones históricas de aventureros noruegos. Tanto el ferry como los museos que visitamos en Bygdoy estaban incluidas con la Oslo Pass. Nosotros concretamente entramos en el Museo de barcos vikingos, en el Museo Folklórico, en el Museo del Fram y en el Kon-Tiki. Dentro de Bygdoy disponéis de autobuses que os llevan de museo en museo aunque es un paseo muy agradable que merece la pena.

Península Bygdoy

Cuando acabamos de visitar lo que nos interesaba comimos allí con unas vistas espectaculares y un sol maravilloso. De vuelta a Oslo fuimos directamente a ver el Centro del Premio Nobel de la Paz, el único que se concede en la capital noruega. La entrada es gratuita con la Oslo Pass y merece la pena que lo visitéis.

Un a vez que sales del Centro del Premio Nobel te encuentras de frente con el ayuntamiento de Oslo, un edificio más bien feo de ladrillo con ninguna particularidad. Nosotros no entramos pero si queréis se puede visitar. Aquí tenéis los horarios.

Oslo City Hall 

Continuamos nuestra marcha hasta el Palacio Real, residencia de los Reyes de Noruega, donde podréis disfrutar todos los días del cambio de guardia que se realiza a la 13.30 pm. También se pueden hacer visitas guiadas que duran alrededor de una hora. Como particularidad, la Residencia Real no tiene ningún tipo de verja que le separe del pueblo, es esa indiferencia hacia las diferencias sociales lo que caracteriza a los noruegos.

Palacio Real

Cogimos un tranvía, un medio de transporte muy cómodo en Oslo y nos dirigimos al Parque Vigeland, obra del escultor Gustav Vigeland. Y es que el parque cuenta con más de un centenar de esculturas humanas a tamaño real que decoran un paseo, el cual va a dar la escultura de granito más grande del mundo, el monolito de humanos entrelazados

Parque Vigeland

Después de dar un paseo por el parque, escuchar música en directo y descubrir recovecos de Vigeland cogimos el tranvía de vuelta para llegar hasta la calle central de Oslo, Karl Johan Gate, donde se encuentran los restaurantes, tiendas y ocio de la ciudad. En esa misma calle os encontraréis con la Catedral de Oslo, el Parlamento y con el Teatro Nacional.

Catedral de Oslo


Es momento para tomarnos un descanso y darnos el capricho del día: tomarnos un vino y una cerveza. Elegimos, recomendado por un amigo, el Bare Jazz una tienda de Jazz con terracita en la que os encontraréis una barra con tartas y pasteles caseros en la segunda planta. Nos cobraron 25€ por la caña y el vino :)



DOMINGO

Nuestro vuelo salía por la tarde así que todavía nos quedaba media mañana para disfrutar de la ciudad. Sin ningún mapa en la mano y siendo conscientes de que nos dejábamos por ver el Museo de Arte contemporáneo, las obras de Munch y la zona de salto de Ski, decidimos pasear sin rumbo fijo y nos encontramos con algo espectacular que no sale en las guías: Hausmania y Blä. Un callejón lleno de graffitis, con una lampara de cristales colgando en medio de la calle, rodeado de Clubes y al lado de un río.

Un domingo de mercadillo en Blä

Después de pasear por las orillas del río nos encontramos con Housmania, la casa Okupa y centro social y cultural de Oslo. Aquí  podéis encontrar un enlace a su Facebook para que miréis si hay actividades cuando vayáis a visitar la ciudad.

Kulturhuset Hausmania 


Espero que os haya servido de ayuda nuestra pequeña guía para aprovechar y exprimir la ciudad en tan solo día y medio.

Con la de cosas que nos hemos dejado pendientes... ¡¡volveremos seguro!!